Cuando el coche decide dejar de funcionar tenemos varias opciones que se pueden contemplar, aunque ello no quiere decir que puedan ser realizables, y menos en plena crisis. Por ejemplo, podemos comprarnos uno nueva así, sin más (algo que muchos usuarios han llevado a cabo este 2014, lo que demuestra que el plan PIVE verdaderamente ha funcionado). Pero claro, esta cuestión solamente la pueden alcanzar algunos usuarios que todavía disponen del famoso dinero cash que ya dijo una famosilla hace unos meses en televisión. Por otra parte podemos ahorrar un poco de dinero y recurrir a una berlina de segunda mano, que también puede ser una opción. Pero en este caso ya entramos en las dudas: ¿estará bien conservada? ¿Tendrá todavía muchos kilómetros guardados o se estropeará a las primeras de cambio? Estas preguntas nos pueden hacer que al final nos decantemos por la opción de lo usado, porque nadie quiere hacer un desembolso grande y no obtener a cambio buenas prestaciones.
Aún nos quedan dos opciones más: dejar el coche tal cual está, es decir, en el dique seco, o adquirir un repuesto de segunda mano. Por supuesto, la primera opción no la deberíamos ni siquiera plantear, porque nos parece que no es lógico renunciar a nuestra montura de cuatro ruedas por una avería que puede ser fácilmente subsanable. Así que si hemos ido tachando posibilidades en el calendario de qué hacer con nuestro coche averiado, la solución que queda, que es la de acudir a las piezas usadas, se convierte en la más viable. Y esto es así por una razón muy sencilla, una razón que tiene tres direcciones: sencillez, precio y calidad.
Sencillez porque gracias a páginas de calidad es bastante fácil adquirir uno de estos recambios. Basta con visitar http://www.desguaceretolleida.com/, por ejemplo, para entender por qué muchos sitios son siempre opciones excelentes para acceder a una calidad más que comprobable que resume todo lo que precisamos para seguir disfrutando con nuestro vehículo.
Con respecto al precio tenemos claro que no vas a encontrar un lugar donde una pieza de segunda mano cueste menos dinero que en estos sitios, y en concreto, en los que se anuncian en la página que te hemos enlazado. Tus ahorros te lo agradecerán, esto tenlo por seguro.
Y calidad porque comprar en un desguace es sinónimo de esta cuestión. Al adquirir piezas de ocasión podríamos pensar que estamos comprando algo que ya ha sido usado y, por tanto, su vida útil puede ser corta. Pero te podemos decir que la normativa que ahora mismo siguen los desguaces implica que todo lo que sale de sus muros está certificado y funciona a la perfección.
Así que ya ves cuáles son las opciones para tu coche. La cuestión es que elegir la que se adapte a tus condiciones personales, pero si nos aceptas un consejo, nosotros apostaríamos claramente por el desguace..