Algunos dicen que España se está convirtiendo en el nuevo mercado mundial del lujo. Uno de los signos destacables del cambio es la transformación del mercado inmobiliario, que sorprende cada día por la profusión de casas de lujo en venta.
Se trata de propiedades exclusivas para bolsillos igualmente exclusivos. Y en un contexto de profundos cambios que transforman a la sociedad de arriba abajo con la adaptación del mercado laboral y el adelgazamiento de la renta de los españoles, la clase económicamente dominante aumenta su capacidad de operar en un mercado inmobiliario en descenso.
Otra cosa es el diagnóstico político utilizado en los medios de comunicación para no dinamitar por completo la capacidad del ciudadano medio de adquirir su primera vivienda.
El resultado es que la compra-venta de viviendas populares inició una carrera de precios descendente y los precios de la vivienda del lujo se estacionaron, dando de nuevo prioridad a los compradores de mayor poder adquisitivo. A resultas de lo cual, tanto los clientes nacionales como sin duda y en mayor medida aún los extranjeros, ven revalorizados sus capitales invertidos en viviendas de lujo diseminadas por la capital y cualquier localización española con casas en venta de lujo.
Un ejemplo evidente de la nueva situación del mercado inmobiliario arroja el dato de que el sector perteneciente a constructoras, promotoras y promotoras-inmobiliarias que campaban profusamente por el territorio español se redujo a una mínima parte por la explosión de la burbuja desde el 2005 en adelante. Pero no tanto así el sector inmobiliario de alto standing, que aunque representaba un porcentaje mínimo en esos años, no solo ha permanecido inmutable desde entonces sino que ha encontrado el nicho que le permite consolidarse actualmente.
Gracias a la dinamización del mercado de los propietarios con inmuebles por encima del millón de euros, deshaciéndose de patrimonio que tributa con grandes impuestos y mantenimiento, clientes extranjeros se acercan a las capitales españolas como Madrid y Barcelona para disfrutar de viviendas caras en los mejores barrios.
Como siempre el mercado de bienes raíces atrae las inversiones del capital y aprovecha las mejores ocasiones disponibles en cada caso. Y en España ahora es un buen momento para comprar, no tanto para vender, pero lo cierto es que asistimos al asentamiento de clientes de alto nivel económico en nuestro país que compra casas de lujo en venta como si de chollos se tratase.