Por ley, y no por capricho, los desguaces son empresas totalmente necesarias en el proceso de vida útil de cualquier vehículo a motor con componentes contaminantes en su interior. Una vez que el propietario decide deshacerse de su viejo coche o de su vieja moto, lo primordial es asegurarse de que los restos contaminantes y tóxicos que se albergan en su interior, tanto de tipo sólido como líquido, no acaben en el entorno natural, contaminando el suelo y finalmente los acuíferos. Imaginemos por un solo momento que no estuviera regulada esta práctica y los propietarios dejaran los coches abandonados en cualquier sitio, o que la entrega a las empresas de desguace fuera solo una práctica voluntaria. No solo tendríamos menos espacio en nuestras calles por culpa de los vehículos abandonados, sino que estaríamos frente a frente con un serio problema medioambiental.
A la hora de encontrar el sitio adecuado para llevar nuestro viejo coche a que pase a mejor vida puede ser que algunas veces no lo tengamos claro. No sabemos siempre cuál es la mejor empresa para este tipo de prácticas, la que está más cerca de nuestro domicilio o la que paga más en la tasación del coche antiguo o siniestrado. Por eso resulta tan práctico tener una guía de desguaces de coches a mano, con la que ver en un minuto cuáles son las opciones que tenemos a nuestro alcance en un radio de kilómetros lo más cercano posible.
Cuando lo que ocurre es que simplemente nos dé igual qué empresa de desguaces queremos que nos atienda, podemos recurrir al método fácil. Es decir, dentro de esta web es tan sencillo como hacer clic con el ratón en el banner que pone “Compramos coches siniestrados y para desguace, infórmese aquí”. Cuando pinchemos nos llevará a una página con un formulario de contacto mediante el cual podemos dar los datos necesarios para la tasación del vehículo, así como nuestros datos de contacto para que a los pocos minutos un trabajador de la empresa nos llame y nos diga las opciones que tenemos a nuestro alcance y por qué precio se nos puede comprar el vehículo viejo o accidentado del que nos queremos deshacer.
Las empresas también pueden beneficiarse enormemente de la existencia de este proyecto, ya que aportan una forma sencilla y económica de conseguir un impacto comercial real en la red de redes. Lo bueno de este tipo de publicidad es que a diferencia de los anuncios tradicionales, aquí solo se paga por los anuncios que realmente sí se ven, en lugar de “pagar al kilo” o a granel y esperar a que haya suerte, con un poco de fortuna. Internet ha cambiado mucho este tipo de prácticas, y para bien.